Varios sondeos le habían comprobado al candidato liberacionista Johny Araya que los costarricenses querían un cambio. La encuesta del CIEP publicada el miércoles 5 de marzo por el Semanario Universidad detonó la decisión: el candidato liberacionista se retiró de la campaña hacia la segunda ronda en la que enfrentaría a Luis Guillermo Solís Rivera.
Araya agradeció a sus partidarios durante una conferencia de prensa en el hotel Corobicí y dijo haber tomado la decisión con "serenidad". Los principales líderes de la oposición callificaron de valiente y sensata su acción pero otros lo han criticado como un acto en contra de la institucionalidad.
El retiro de Araya es un acto político pero no jurídico
TSE
Nuestro marco jurídico (art. 138 CPolítica) establece que en caso de que alguno de los candidatos convocados a participar en la segunda ronda electoral decida renunciar a su candidatura el Tribunal Supremo de Elecciones imprimirá la papeleta con los nombres de ambos y se procederá a efectuar la elección.
Como aclaró el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, el retiro de Araya es un acto político pero no jurídico. Los votos que reciba serán tan válidos como los de su oponente.
Constitución Política, artículo 138: "No pueden renunciar la candidatura para la Presidencia o Vicepresidencias los ciudadanos incluidos en una nómina ya inscrita conforme a la ley, ni tampoco podrán abstenerse de figurar en la segunda elección los candidatos de las dos nóminas que hubieran obtenido mayor número de votos en la primera."