La siguiente pieza la bailaré con la más fea. Mientras lo hago iré narrando lo que a mi parecer es lo feo de José Miguel Corrales a la luz de las (cada día más cercanas) elecciones presidenciales 2014.
Como estamos en un medio 2.0 voy a empezar por ahí. Hoy en día si uno quiere saber cualquier cosa de cualquier persona internet es el punto de partida. Corrales y su partido Patria Nueva le hacen un flaco favor a los cibernautas. Existen dos páginas de Facebook que aparentan ser oficiales, cuyo contenido es casi el mismo, no veo el porqué de las dos. Redundar tan explícitamente es un pecado (además de un desperdicio de recurso humano).
Al navegar en la web me topé con un blog que se dice oficial pero que parece que lo hizo un niño de sexto grado en su clase de cómputo. Luce mal, no se sabe quién lo escribe, no utiliza los colores del partido, y para peores la última publicación es de octubre del año pasado. Eso daña su imagen. Para rematar, la página web que refieren en ambos perfiles de facebook está llena de links que no llevan a ningún lado y de partes vacías. En general el manejo de redes da la impresión de ser un trabajo novato, casero, artesanal, sin continuidad en el uso del lenguaje, colores, mensajes, entre otros. ¿Conclusión? Es feo.
El plan de gobierno de Corrales está desperdigado en su página pero se logra encontrar. Lo feo es que su idea para divulgarlo incluye un audio de casi una hora y media con la voz de este señor narrando las propuestas. No puedo concebir una cosa tal, la idea de algo tan somnífero me hace catalogarlo como feo.
Cuando se tienen casi 75 años, se ha postulado varias veces para la presidencia y ha deambulado por varios partidos políticos, la imagen de “cadáver político” es inevitable. Es feo cargar con esa etiqueta, sobre todo si a estas alturas se quiere tener un nuevo comienzo.El inicio de esta nueva etapa también fue feo. Tal vez pocos lo recuerden pues no fue tan trascendental como las renuncias y el gallo-gallina del Doctor Hernández, pero Corrales también renunció a su recién estrenada candidatura presidencial cuando tuvo una discrepancia con Álvaro Montero Mejía. Hubo un feo choque dentro del partido pues Corrales dijo que Montero no era éticamente apto ni elegible para ser diputado luego de haber sido condenado por un Juzgado de Trabajo por el no pago de liquidación de una ex empleada y además por tener una deuda con la caja.Una fractura es algo feo, y en términos de estructuras políticas es algo que lesiona fuertemente. Corrales sufrió una en la cúpula de Patria Nueva cuando el presidente y candidato a diputado del partido (el fulano del punto anterior) acusó a Oscar Aguilar Bulgarelli (candidato a la 2nda vicepresidencia y a diputado) de estar directamente relacionado con la sospechosa información que llegó a CNN afirmando que hay corrupción dentro del TSE. Es feo ver eso suceder.
Corrales es víctima de su propia imagen. Lo mismo que lo hace bueno, puede ser su peor condena y su lado más feo. Ser considerado un hombre pasivo, calmado, conciliador, un “viejillo con experiencia” me parece algo nocivo (feo). Corrales es percibido como un vaso de agua: no hace daño, no le cae mal a nadie. Cuando habla, da la sensación de que añora todo lo pasado. Su visión de que Costa Rica es “apacible y sencilla” está desactualizada. Nada más lejos de eso! Como ciudadana adulta joven siento feo y descalificante que me perciban de esa forma. Lo feo de Corrales es que no es el presidente al lo que los ciudadanos aspiramos. Queremos un líder con energía, motivador, con fuerza y determinación. Alguien que se perciba como actual, vigente y que pueda gobernar estratégicamente. Que entienda que la tiquicia de las maquilas, las amas de casa regando plantitas y haciendo tortillas ya pasó. No somos aquellos ciudadanos apacibles y sencillos que se conformaban con cualquier presidente mientras saliera en tele dando consejos o bailara en una plaza pública.