Foto: Alejandra Sura

A gritos alzaban las banderas mientras en la pantalla aparecían los números del primer corte de la noche, recibido con un sonoro “Se oye, se siente, Araya presidente; se oye, se siente, Araya presidente…”

Pero quizás se notaba ya una pizca de decepción. Ese 36,2% quedaba algo lejos del 40% necesario para ganar en primera vuelta.

Había pocos dirigentes a esa hora en el salón del hotel Corobicí, donde Araya instaló su centro de actividades de la jornada.

Entonces el 21% inicial del PAC fue recibido con gritos y celebraciones. El salón se vino abajo cuando, un momento después, el Tribunal anunciaba los 17,3% del Frente Amplio. El griterío no dejó oír lo que seguía.

¿Los mismos de qué?, se preguntaban, a gritos. ¡De siempre! respondían, con cierta sorna, recordando las acusaciones reiteradas que, durante la campaña, les hizo el candidato del Frente Amplio, José María Villalta.

– Lo vamos a lograr, lo vamos a lograr… ¿Será?

Al final del primer conteo todo parecía posible. Pero a partir de ahí todo fue decepción. La cumbia de Los Hicsos ya no logró calentar el ambiente.

Todo había comenzado en la mañana, después de la misa, en la catedral. Johnny Araya desayunó con la prensa en ese mismo salón. En la enorme mesa, en formato de U, lo acuerpaban los dirigentes de su campaña, sus padres y los periodistas.

Empezaba una larga jornada. Había una cierta tensión en el aire, aunque las palabras fueran de optimismo: –“Somos el camino más seguro, más equilibrado para garantizar la estabilidad de Costa Rica. Estamos seguros de que va a haber presidente a las seis de la tarde”.

Fue entonces cuando habló de la meta: un millón de votos al final de la jornada.

Todo estaba comenzando. Ocho horas después empezaría el último acto. La cumbia sonaba bajo la enorme pantalla: “Johnny Araya PRESIDENTE”. Pero el ambiente era de expectativa. A partir de las seis el salón se va llenando. Camisas verdes, pantalones blancos, sombreros, banderas, la cumbia en el escenario. ¿Se transformará en baile? (Leo la pregunta en mis apuntes). Era todavía temprano, no había resultados.

“Yo estaba en transportes. Iban los microbuses llenos, 14 o 15 personas”, me explican.

¿Cuántos viajes hizo?

– Uhuhuhhh…, dando a entender que fueron muchos. Ahí iban los votos.

Lo cierto, aseguran, “es que sacamos a toda nuestra gente a votar: 750 mil personas”.

– Dicen las malas lenguas que ganamos con 40,5%.

– Y Johnny, ¿dónde está?

– Está descansando. Va a llegar a las 9:30, cuando ya se sepa algo. ¿Qué va a venir a hacer aquí ahora?

Crece la expectativa. En las pantallas aparecen los miembros del Tribunal Supremo de Elecciones. Los Hicsos siguen tocando pero se ve que los magistrados cantan el Himno Nacional. Va a comenzar la función.

Silencio en el salón. Luis Antonio Sobrado lee su discurso.

–Yo digo que vamos a segunda ronda con el PAC, me sopla alguien al oído.

Primer corte: PLN 36,2%; PAC 21%; FA 17,3%, Libertario 12,4%; PUSC 7,4%.