Aún para los políticos experimentados, iniciar funciones implica hacer ajustes que ponen a prueba su capacidad de adaptación y de negociación. En el gabinete la cosa es fácil porque el presidente y su ministro de la presidencia cohesionan un grupo de ministros que se encuentra una vez por semana pero, en la Asamblea Legislativa, la prueba es de fuego porque se tienen que ver a diario y trabajar pegando codo con codo durante cuatro años.

Hoy, los 9 jefes de fracción se reunieron para decidir algo que parece sencillo: ¿dónde se sentará cada cual? pero tardaron toda la mañana para llegar al acuerdo que refleja este plano.

Para las fracciones grandes el tema es sencillo: la oficial y la mayor de oposición se sientan frente a frente, dando espalda unos a la barra de prensa y los otros a la barra de público. Entre ellos el tema girará entre quién quiere sentarse al lado de quién.

En orden descendente, el resto de fracciones se reparte desde la curva de la herradura y ahí arde troya porque estar “abajo” o “arriba” significa!!! Esta vez ardió entre el Frente Amplio y Unidad Social Cristiana hasta que partieron, el ayote por la mitad y se repartieron la mitad de cada fila.

En estos días empezará la negociación con los jefes de fracción, que podrá ir de sutil a airada, porque siempre hay quienes rehusan a sentarse con diputados de otros partidos al lado y quienes se empeñan en sentarse al lado de amigos.

¿Dónde se sentarán los jefes y subjefes de fracción? Dependerá de cada partido pero se siguen dos tradiciones: sentarse juntos cuando el jefe debe ser “coach” del subjefe o en los extremos cuando el sub también es un gato en política.

Esta es la versión salida del horno legislativo esta tarde (hacer clic para ver fotografía y nombre)